jueves, 19 de enero de 2012

Louser


La historia de mis premios conquistados podría resumirse en dos historias repetidas:
La primera se sitúa en mi salad de jardín de infantes a la edad de 4 años. Se rifaban entradas para ir al cine a ver “mira quien habla!” nunca había ganado las entradas que se rifaban para el fin de semana.
Pensé “no voy a ganar, no me importa ganar” no sé si por demostrar esta teoría que quizás ya daba vueltas en mi cabeza, o por despecho. No recuerdo haber sentido compasión por mis compañeros, dudo que hay aquerido que otro ganara.
Final Feliz y previsible (para quién lo lee, no para quién lo vive), gané.
La segunda historia comienza completando cupones para el sorteo de una bicicleta, con el pensamiento “si la gano se la regalo a mi hermano, que se la robaron”. Final Feliz y anunciado.
Conclusión: solo pierde el que quiere ganar.
Creo que se aplica al amor. No sé.

8 comentarios:

  1. Yo siempre me creí la más divertida bailando, desde chiquita, no soy la mejor pero la gente simpatiza conmigo. Shopilandia, Papá, mamá y sho.
    Concurso de baile padres con hijas "vamos viejo que la rompemos!!"
    Y ganamos
    en el amor no sé, mi edipo es grande seguramente pero no hay quien se anime a pasar el ridículo conmigo, es que los muchachos no entienden que la ley del humor comienza por reirse de uno mismo...

    ResponderEliminar
  2. sí, yo me rio de ustedes, me compadezco de luis brandoni y se rifa una cojida y no me vendieron números.

    ResponderEliminar
  3. falta el concurso de dibujos que ganaste en la primaria (o era la secundaria?) y fuiste a lo de la Su Giménez!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. no era su gimenez, era mirtha legrand!

      Eliminar
    2. en ese concurso hie cualquier cosa y JAMÁS pensé que podía ganar

      Eliminar